Habilidad en las conversaciónes
Esta habilidad para empezar, mantener y terminar conversaciones es muy importante en el ámbito personal, pero también es importante manejarla en el ámbito profesional. En muchas ocasiones debemos mantener conversaciones en el trabajo que pondrán a prueba nuestra capacidad de comunicación. Las conversaciones que surjan pueden ser superficiales o con mayor nivel de profundización: – Las superficiales suelen consistir en un mero intercambio de información para conocer a otra persona. Se tratarán temas sin mucha importancia, o temas de actualidad, el tiempo, se pueden contar anécdotas… pero siempre sin aportar ninguna opinión personal. – Cuando procede emitir opiniones personales ya se trata de un nivel más alto de conversación, pudiendo incluso llegar a un nivel íntimo. Es muy complicado iniciar una conversación si no se conoce al interlocutor. Cualquier pretexto puede ser bueno para comenzar, por ejemplo saludar y presentarse, hacer un cumplido, ofrecer ayuda, pedir un consejo, hacer un comentario… Las frases que se utilicen deben ser sencillas, es mejor buscar un tema fácil y siempre utilizando la sonrisa para dar un aspecto agradable que facilitará las cosas. El segundo paso será mantener la conversación y fomentar el diálogo. Esto puede conseguirse haciendo preguntas y comentarios adicionales y facilitando la labor de preguntar al interlocutor. Otra manera de continuar puede ser cambiar de tema. Hay que prestar especial atención a las manifestaciones del interlocutor, porque sus contestaciones nos pueden indicar que no quiere seguir conversando. Al terminar la conversación también hay que tener cuidado porque no podemos cortar sin más, ni tampoco permitir que se alargue demasiado por no saber concluir. Una fórmula de despedida puede consistir: – Primero en hacer un comentario positivo de la persona con la que se habla o de la situación; por ejemplo: “me ha encantado conocerle”, “la reunión ha resultado muy interesante”, – A continuación comunicaremos que debemos dar por finalizada la conversación; por ejemplo “siento tener que dejarle, pero...”. – Finalmente, terminaremos dando una opción de continuidad; por ejemplo, “entonces, ¿le parece bien que quedemos la próxima semana y le presento el presupuesto?…”. “Llámeme mañana, y concretamos las cifras…”.